14 junio 2007

Se Crece

Se crece... cuando uno se siente joven aunque tenga 100 años.

Se crece cuando uno acepta la realidad y posee suficiente aplomo y equilibrio para vivirla.

Se crece cuando uno mantiene un ideal, fortalece su voluntad y se apoya en su fe.

Se crece cuando uno asume su destino pero se empeña en trabajar para modificarlo si es necesario.

Se crece cuando uno admite su pasado, construye el presente y proyecta el futuro.

Se crece cuando uno se valora a sí mismo en lo que es sin dejar por eso de valorar a los demás.

Se crece cuando uno recorre la vida con la verdad, sin oscuros secretos y sin hipocresías ni falsedades.

Se crece cuando uno permite que su conciencia apruebe o no los dictados de su corazón y su mente.

Se crece cuando uno se siente feliz escuchando, ayundando o dando a los demás, sin esperar recompensa alguna, pero alegrándose al recibir algo por más pequeño que sea.

Se crece cuando uno no actúa cínica o cobardemente ni usa máscaras según las personas y es coherente en todas las circunstancias.

Se crece cuando uno experimenta que al abrir un surco de respeto y al echar en él semillas de bondad, se cosechan frutos de amor.

Se crece cuando uno aprende a pronunciar con sinceridad palabras como "gracias", "me equivoqué", "te necesito", "perdón", "tienes razón" y "te amo".

Se crece cuando uno puede enfrentar otoños e inviernos, aún perdiendo hojas o temblando de frío.

Se crece cuando uno, frente a una mirada hostil o un gesto agresivo, puede esbozar una sonrisa como respuesta.

Se crece cuando uno se libera de la pesada carga de rencores, de mentiras, de infidelidades, de soberbia y de egoísmos.

Se crece cuando uno se anima a volar alto como un águila, a sostenerse como un árbol o a iluminarse como una estrella.

Se crece cuando uno cree que es capaz de transformar deseos e ilusiones en realidades, sin permitir que se apague la llama de la esperanza.

Se crece cuando uno comprueba que el verdadero amor, significa tolerar, ceder, sufrir, llorar y... aún renunciar.

Se crece cuando uno se da cuenta de que sólo se puede dejar de crecer en el último instante de su vida...

11 mayo 2007

Tenemos...

Tenemos casas más grandes, pero familias más chicas.
Tenemos más compromisos, pero menos tiempo.
Tenemos más medicinas, pero menos salud.
Hemos multiplicado nuestras fortunas, pero hemos reducido nuestros valores.
Hablamos mucho, amamos poco y odiamos demasiado.
Hemos llegado a la Luna y regresamos, pero tenemos problemas para cruzar la calle y conocer a nuestro vecino.
Hemos conquistado el espacio exterior pero no el interior.
Tenemos mayores ingresos, pero menos moral.
Estos son tiempos con más libertad, pero menos alegría.
Con más comida, pero menos nutrición.
Son días en los que llegan dos sueldos a casa, pero entran los divorcios.
Son tiempos de casas más lindas, pero más hogares rotos.
No guardes nada para una ocasión "especial", porque cada día que vives es una ocasión especial.
Lee más, siéntate en la terraza y admira la vista sin fijarte en las malas hierbas.
Pasa más tiempo con tu familia y con tus amigos.
Come tu comida preferida.
La vida es una sucesión de momentos para disfrutar, no es sólo para sobrevivir.
No guardes tus copas de cristal, no guardes tu mejor perfume, úsalo cada vez que te den ganas de hacerlo.
Las frases "uno de estos días", "algún día", quítalas de tu vocabulario.
Escribamos aquella carta que pensábamos escribir "uno de estos días".
Digamos hoy a nuestros familiares y amigos cuánto los queremos.
Por eso, no retardes nad que agregue risa y alegría en tu vida.
Cada día, hora, minuto, es especial.
Si estás tan ocupado y no puedes tomarte unos minutos para mandar este mensaje a alguien que tú quieras, y te dices a ti mismo que lo enviarás "uno de estos días", piensa que "uno de estos días" puede estar muy lejano, o puede que tú no llegues nunca.
Gracias a todos mis amigos. Mil gracias por tomarse un minuto de su tiempo en pensar en mí.

24 marzo 2007

Sólo Momentos

Hay momentos en la vida en los que extrañas tanto a alguien, que quisieras sacarle de tus sueños y abrazarle.

Sueña lo que tú quieras soñar; ve a donde tú quieras ir; sé lo que tú quieras ser; porque sólo tienes una vida y una oportunidad para hacer todas las cosas que quieres hacer.

Que tengas...
Suficiente felicidad para que seas dulce.
Suficientes pruebas para que seas fuerte.
Suficiente dolor para que sigas siendo un ser humano.
Suficiente esperanza para que seas feliz.

Siempre ponte en el lugar de los demás. Si te duele, muy probablemente le duela también a la otra persona.

La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo, simplemente disfrutan al máximo de todo lo que está en su camino.

La felicidad aguarda a quienes lloran, a quienes sufren, a quienes han buscado, a quienes se han esforzado. Porque sólo esas personas pueden apreciar la importancia de quienes han dejado huella en sus vidas.

El amor nace con una sonrisa, crece con un beso y acaba con una lágrima.

El futuro más brillante siempre se basará en un pasado que se olvida, porque no te irá bien en la vida hasta que dejes atrás tus fracasos y tus penas.

Cuando naciste estabas llorando y todos a tu alrededor estaban sonriendo. Vive tu vida de manera que cuando llegue la hora de tu muerte, tú estés sonriendo y los que te rodeen estén llorando.

28 febrero 2007

Que tengas un buen día…

¿Sabías que la vida tiene dos días donde las personas nada pueden hacerl?
Uno es el día de ayer, y el otro, el de mañana.
Sólo podemos vivir el día de hoy.
En el podemos amar… soñar… trabajar… y sobre todo… ¡¡disfrutar!!

09 febrero 2007

Las Cuatro Estaciones

Había un hombre que tenía cuatro hijos. Él buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente; entonces los envió a cada uno por turnos a visitar un peral que estaba a una gran distancia.

El primer hijo fue en el invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y el hijo más joven en otoño.

Cuando todos ellos habían ido y regresado, él los llamó y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.

El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.

El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.

El tercer hijo no estuvo de acuerdo, él dijo que estaba cargado de flores, que tenía aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.

El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.

Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían la razón, porque ellos sólo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.

Les dijo a todos que no debían de juzgar a un árbol, o a una persona, por sólo ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser sólo medida al final cuando todas las estaciones han pasado.

Si te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano, y la satisfacción del otoño.

No dejes que el dolor de una estación destruya la dicha del resto. No juzguez la vida por sólo una estación difícil. Aguanta con valor las dificultades y malas rachas porque luego disfrutarás de los buenos tiempos.

Sólo el que persevera encuentra un mañana mejor.

04 febrero 2007

Los Amigos

Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto.

En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro.

Lastimado, pero sin decir nada, escribió en la arena: "Mi mejor amigo me dio hoy una bofetada".

Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse.

El amigo que había sido abofeteado, comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó.

Después de recuperarse, escribió en una piedra: "Mi mejor amigo hoy salvó mi vida".

El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó: "Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra. ¿Por qué?"

El otro amigo le respondió: "Cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vietos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento podrá borrarlo."

Aprende a escribir tus heridas en la arena y grabar en piedra tus venturas.

Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero toda una vida entera para olvidarla.

30 enero 2007

El Tren De La Vida

Hace algún tiempo atrás, leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.

Una lectura extremadamente interesante, cuando es bien interpretada.

La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas, las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.

Lamentablemente, la verdad es otra.

Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable.

No obstante esto no impide que se suban otras personas que serán muy especiales para nosotros.

Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.

De las personas que toman este tren, habrá también los que lo hagan como un simple paseo.

Otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje...

Y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite.

Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente...

Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.

Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga a hacer el trayecto separados de ellos.

Desde luego, no se nos impide que durante el viaje recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos...

Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.

No importa; el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.

Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible.

Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno lo mejor de ellos.

Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos... ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.

El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.

Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia... Creo que sí.

Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste.

Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.

Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso.

Amigos míos, hagamos que nuestra estancia en este tren sea tranquila, que haya valido la pena.

Hagamos tanto, que para cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vació, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.

A ti, que eres parte de mi tren, te deseo un... ¡¡Feliz Viaje!!

El Tiempo

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, signifia que tarde o temprano querrás volver a tu pasado...

Con el tiempo te das cuenta que casarse sólo porque "te estás quedando" es una clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso...

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas...

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla...

Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero...

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas...

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida...

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquier lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes...

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual...

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible...

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados...

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes...

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas...

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, si no el momento que estabas viviendo justo en ese instante...

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdoón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo... ante una tumba... ya no tiene ningún sentido...

Pero desafortunadamente... sólo con el tiempo...

... y como hoy es tiempo... te mando muchísimos saludos... para los que ya no estamos juntos, por todos los momentos buenos y malos que nos tocó vivir... y a todos con los que ahora estoy pasando momentos geniales... gracias por estar... y por ser...

Y recuerda estas palabras: "El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde" ... Justamente cuando "ya no hay tiempo".

La Cajita Dorada

La historia cuenta que hace algún tiempo, un hombre castigó a su hija de 5 años por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver regalos.

Estaban muy mal de dinero y se molestó mucho cuando la niña pegó todo el papel dorado en una cajita que puso debajo del Árbol de Navidad.

Sin embargo, la mañana de Navidad, la niña le trajo la cajita envuelta con el papel dorado a su padre diciendo:

- Esto es para ti, papá.

El padre se sintió avergonzado por haberse molestado tanto la noche anterior, pero su molestia resurgió de nuevo cuando comprobó que la caja estaba vacía y le dijo en tono molesto:

- ¿No sabe usted señorita que cuando uno da un regalo debe haber algo dentro del paquete?

La niña, enjugando lágrimas en los ojos le dijo:

- Pero papi, no está vacía. Le puse besitos hasta que se llenó.

El padre entonces, conmovido, abrazó a la niña y pidió que le perdonara su horrible manera de proceder.

Un tiempo después, un accidente se llevó la vida de la niña y el padre conservó la cajita dorada junto a su cama por el resto de su vida.

Cuando se sentía solo y desanimado, metía su mano en la caja y sacaba un beso imaginario de ella.

En un sentido muy cierto, todos nosotros los humanos, hemos recibido una cajita dorada llena de amor incondicional y besitos de nuestros hijos, familia, amigos... No hay regalo más precioso que uno pueda recibir.

29 enero 2007

Cuando Los Padres Se Vuelven Viejos

Querido hijo:
El día que me veas mayor y ya no sea yo, ten paciencia e intenta entenderme.
Cuando, comiendo, me ensucie, cuando no pueda vestirme, ten paciencia. Recuerda las horas que pasé enseñándotelo.
Si cuando hablo contigo, repito las mismas cosas, mil y una veces, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, a la hora de dormir, te tuve que explicar mil y una veces el mismo cuento hasta que te entraba sueño.
No me avergüences cuando no quiera ducharme, ni me riñas. Recuerda cuando tenía que perseguirte y las mil excusas que inventaba para que quisieras bañarte.
Cuando veas mi ignorancia sobre las nuevas tecnologías, te pido que me des el tiempo necesario y no me mires con tu sonrisa burlona.
Te enseñé a hacer tantas cosas... Comer bien, vestirte... Y cómo afrontar la vida. Muchas cosas son producto del esfuerzo y la perseverancia de los dos.
Cuando en algún momento pierda la memoria o el hilo de nuestra conversación, dame el tiempo necesario para recordar. Y si no puedo hacerlo, no te pongas nervioso, seguramente lo más importante no era mi conversación y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas.
Si alguna vez no quiero comer, no me obligues. Conozco bien cuándo lo necesito y cuándo no.
Cuando mis piernas cansadas no me dejen caminar... dame tu mano amiga de la misma manera en que yo lo hice cuando tú diste tus primeros pasos.
Y cuando algún día te diga que ya no quiero vivir, que quiero morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene nada que ver contigo, ni con tu amor, ni con el mío. Intenta entender que a mi edad ya no se vive, si no que se sobrevive.
Algún día descubrirás que, pese a mis errores, siempre quise lo mejor para ti y que intenté preparar el camino que tú debías hacer.
No debes sentirte triste, enfadado o impotente por verme de esta manera. Debes estar a mi lado, intenta comprenderme y ayúdame como yo lo hice cuando tú empezaste a vivir.
Ahora te toca a ti acompañarme en mi duro caminar. Ayúdame a acabar mi camino, con amor y paciencia. Yo te pagaré con una sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido.
Te quiero hijo, tu padre, tu madre, tus abuelos...

Cómo Prolongar La Vida

Elimina de tu vida los números que no son esenciales. Esto incluye, edad, peso y altura. Deja que el médico se preocupe por ellos, para eso les pagas.
Mantén amistades alegres. Los gruñones te bajan el ánimo.
Intenta ir aprendiendo cosas nuevas. Aprende más sobre ordenadores, manuales, jardinería... lo que sea.
Nunca permitas que tu cerebro sea holgazán. Un cerebro holgazán es la morada del demonio. Y el nombre de ese demonio es Alzheimer.
Disfruta de las cosas simples. Ríe más a menudo, fuerte y por largo tiempo. Ríe hasta que te quedes sin aire.
Las lágrimas son naturales. Súfrelo, laméntalo y luego sigue adelante.
La única persona que estará contigo toda la vida, eres tú mismo.
Vive mientras tengas vida.
Rodéate de cosas que amas, ya sea la familia, mascotas, música, plantas, pasatiempos, lo que sea.
Tu casa es tu refugio.
Celebra y disfruta de tu salud: si es buena, mantenla así. Y si es inestable, mejórala. Y si no está en tus manos mejorarla, busca ayuda.
No te enrolles en un viaje de culpabilidad. Tómate un viaje a otro país, al centro comercial, o a otro pueblo cercano, pero NO a donde te lleve la culpa.
A las personas que amas, díselo en cada oportunidad que tengas.
Y siempre recuerda: La vida no se mide por los descansos que tomamos, si no por los momentos que te roban el aliento.
Además, da gracias siempre por lo que la vida te ha brindado ¡¡y no te enojes tanto por lo que no te ha dado!!

Algo Reconfortante

El Instituto Francés de la Ansiedad y el Stress, en París, definió 20 reglas de vida que dicen los expertos, que si uno consigue asimilar 10, puede tener una buena calidad de vida.

1. Haz una pausa mínima de 5 a 10 minutos por cada 2 horas de trabajo, a lo máximo. Repita estas pausas en su vida diaria y piensa en ti, analizando tus actitudes.

2. Aprende a decir NO, sin sentirte culpable o creer que lastimas a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.

3. Planea tu día, pero deja siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende de ti.

4. Concéntrate en apenas una tarea a la vez. Por más ágil qeu sean tus cuadros mentales, te cansas.

5. Olvídate de una vez por todas de que tú eres indispensable en tu trabajo, tu casa o tu grupo habitual. Por más que eso te desagrade, todo camina sin tu actuación, salvo tú mismo.

6. Deja de sentirte responsable por el placer de los otros. No eres fuente de los deseos, ni el eterno maestro de ceremonia.

7. Pide ayuda siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de pedírselo a las personas correctas.

8. Separa los problemas reales de los imaginarios y elimínalos, porque son pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes.

9. Intenta descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer y pasear, sin creer que es lo máximo que puedes conseguir en la vida.

10. Evita envolverte en ansiedades y tensiones ajenas, en lo que se refiere a ansiedad y tensión. Espera un poco y después retorna al diálogo y a la acción.

11. Tu familia no eres tú, está junto a ti, compone tu mundo, pero no es tu propia identidad.

12. Comprende qué principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evite el movimiento y la búsqueda.

13. Es necesario tener siempre a alguien a quien le puedas confiar y hablar abiertamente. No sirve de nada si está lejos.

14. Conoce la hora acertada de salir de una cena, levantarse del palco y dejar una reunión. Nunca pierdas el sentido de la importancia sutil de salir a la hora correcta.

15. No quieras saber si hablaron mal de ti, ni te atormentes con esa basura mental. Escucha lo que hablaron bien de ti, con reserva analítica, sin creértelo todo.

16. Competir en momentos de diversión, trabajo y vida entre pareja, es ideal para quien quiere quedar cansado o perder la mejor parte.

17. La rigidez es buena en las piedras pero no en los seres humanos.

18. Una hora de inmenso placer sustituye, con tranquilidad, tres horas de sueño perdido. El placer recompensa más que el sueño. Por eso, no dejes pasar una buena oportunidad de divertirte.

19. No abandones tus tres grandes e invaluables amigas: Intuición, inocencia y fe.

20. Entiende de una vez por todas, definitivamente y en conclusión... Tú, eres lo que tú haces de ti mismo.

Las 3 cosas + difíciles

Las tres cosas más difíciles de esta vida son:
Guardar un secreto.
Perdonar un agravio.
Aprovechar el tiempo

Te amo tal cual eres

Te amo tal como eres.
Antes de que me pidas perdón, yo ya te he perdonado.
Debo ser fuerte sin ser rudo,
ser amable sin ser débil,
aprender con orgullo sin arrogancia,
aprender a ser gentil sin ser suave,
ser humilde sin ser tímido,
ser valioso sin ser agresivo,
ser agradecido sin ser servil,
meditar sin ser flojo,
por eso pido...
Dame grandeza para entener,
capacidad para retener,
métoco y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y abundancia para hablar.
Dame acierto al empezar,
dirección al progresar
y perfección al acabar.