30 enero 2007

El Tren De La Vida

Hace algún tiempo atrás, leí un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.

Una lectura extremadamente interesante, cuando es bien interpretada.

La vida no es más que un viaje por tren: repleto de embarques y desembarques, salpicado de accidentes, sorpresas agradables en algunos embarques, y profundas tristezas en otros.

Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con algunas personas, las cuales creemos que siempre estarán con nosotros en este viaje: nuestros padres.

Lamentablemente, la verdad es otra.

Ellos se bajarán en alguna estación dejándonos huérfanos de su cariño, amistad y su compañía irreemplazable.

No obstante esto no impide que se suban otras personas que serán muy especiales para nosotros.

Llegan nuestros hermanos, amigos y esos amores maravillosos.

De las personas que toman este tren, habrá también los que lo hagan como un simple paseo.

Otros que encontrarán solamente tristeza en el viaje...

Y habrá otros que, circulando por el tren, estarán siempre listos en ayudar a quien lo necesite.

Muchos al bajar, dejan una añoranza permanente...

Otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos damos cuenta que desocuparon el asiento.

Es curioso constatar que algunos pasajeros, quienes nos son más queridos, se acomodan en vagones distintos al nuestro. Por lo tanto, se nos obliga a hacer el trayecto separados de ellos.

Desde luego, no se nos impide que durante el viaje recorramos con dificultad nuestro vagón y lleguemos a ellos...

Pero lamentablemente, ya no podremos sentarnos a su lado pues habrá otra persona ocupando el asiento.

No importa; el viaje se hace de este modo: lleno de desafíos, sueños, fantasías, esperas y despedidas... pero jamás regresos.

Entonces, hagamos este viaje de la mejor manera posible.

Tratemos de relacionarnos bien con todos los pasajeros, buscando en cada uno lo mejor de ellos.

Recordemos siempre que en algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos... ya que nosotros también muchas veces titubearemos, y habrá alguien que nos comprenda.

El gran misterio, al fin, es que no sabremos jamás en qué estación bajaremos, mucho menos dónde bajarán nuestros compañeros, ni siquiera el que está sentado en el asiento de al lado.

Me quedo pensando si cuando baje del tren, sentiré nostalgia... Creo que sí.

Separarme de algunos amigos de los que hice en el viaje será doloroso. Dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste.

Pero me aferro a la esperanza de que, en algún momento, llegaré a la estación principal y tendré la gran emoción de verlos llegar con un equipaje que no tenían cuando embarcaron.

Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré con que el equipaje creciera y se hiciera valioso.

Amigos míos, hagamos que nuestra estancia en este tren sea tranquila, que haya valido la pena.

Hagamos tanto, que para cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vació, deje añoranza y lindos recuerdos a los que en el viaje permanezcan.

A ti, que eres parte de mi tren, te deseo un... ¡¡Feliz Viaje!!

El Tiempo

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro, signifia que tarde o temprano querrás volver a tu pasado...

Con el tiempo te das cuenta que casarse sólo porque "te estás quedando" es una clara advertencia de que tu matrimonio será un fracaso...

Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas...

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla...

Con el tiempo te das cuenta de que los amigos verdaderos valen mucho más que cualquier cantidad de dinero...

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas...

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida...

Con el tiempo aprendes que disculpar cualquier lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes...

Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual...

Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible...

Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios multiplicados...

Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana, es demasiado incierto para hacer planes...

Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean como esperabas...

Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, si no el momento que estabas viviendo justo en ese instante...

Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdoón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo... ante una tumba... ya no tiene ningún sentido...

Pero desafortunadamente... sólo con el tiempo...

... y como hoy es tiempo... te mando muchísimos saludos... para los que ya no estamos juntos, por todos los momentos buenos y malos que nos tocó vivir... y a todos con los que ahora estoy pasando momentos geniales... gracias por estar... y por ser...

Y recuerda estas palabras: "El hombre se hace viejo muy pronto y sabio demasiado tarde" ... Justamente cuando "ya no hay tiempo".

La Cajita Dorada

La historia cuenta que hace algún tiempo, un hombre castigó a su hija de 5 años por desperdiciar un rollo de papel dorado para envolver regalos.

Estaban muy mal de dinero y se molestó mucho cuando la niña pegó todo el papel dorado en una cajita que puso debajo del Árbol de Navidad.

Sin embargo, la mañana de Navidad, la niña le trajo la cajita envuelta con el papel dorado a su padre diciendo:

- Esto es para ti, papá.

El padre se sintió avergonzado por haberse molestado tanto la noche anterior, pero su molestia resurgió de nuevo cuando comprobó que la caja estaba vacía y le dijo en tono molesto:

- ¿No sabe usted señorita que cuando uno da un regalo debe haber algo dentro del paquete?

La niña, enjugando lágrimas en los ojos le dijo:

- Pero papi, no está vacía. Le puse besitos hasta que se llenó.

El padre entonces, conmovido, abrazó a la niña y pidió que le perdonara su horrible manera de proceder.

Un tiempo después, un accidente se llevó la vida de la niña y el padre conservó la cajita dorada junto a su cama por el resto de su vida.

Cuando se sentía solo y desanimado, metía su mano en la caja y sacaba un beso imaginario de ella.

En un sentido muy cierto, todos nosotros los humanos, hemos recibido una cajita dorada llena de amor incondicional y besitos de nuestros hijos, familia, amigos... No hay regalo más precioso que uno pueda recibir.

29 enero 2007

Cuando Los Padres Se Vuelven Viejos

Querido hijo:
El día que me veas mayor y ya no sea yo, ten paciencia e intenta entenderme.
Cuando, comiendo, me ensucie, cuando no pueda vestirme, ten paciencia. Recuerda las horas que pasé enseñándotelo.
Si cuando hablo contigo, repito las mismas cosas, mil y una veces, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, a la hora de dormir, te tuve que explicar mil y una veces el mismo cuento hasta que te entraba sueño.
No me avergüences cuando no quiera ducharme, ni me riñas. Recuerda cuando tenía que perseguirte y las mil excusas que inventaba para que quisieras bañarte.
Cuando veas mi ignorancia sobre las nuevas tecnologías, te pido que me des el tiempo necesario y no me mires con tu sonrisa burlona.
Te enseñé a hacer tantas cosas... Comer bien, vestirte... Y cómo afrontar la vida. Muchas cosas son producto del esfuerzo y la perseverancia de los dos.
Cuando en algún momento pierda la memoria o el hilo de nuestra conversación, dame el tiempo necesario para recordar. Y si no puedo hacerlo, no te pongas nervioso, seguramente lo más importante no era mi conversación y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas.
Si alguna vez no quiero comer, no me obligues. Conozco bien cuándo lo necesito y cuándo no.
Cuando mis piernas cansadas no me dejen caminar... dame tu mano amiga de la misma manera en que yo lo hice cuando tú diste tus primeros pasos.
Y cuando algún día te diga que ya no quiero vivir, que quiero morir, no te enfades. Algún día entenderás que esto no tiene nada que ver contigo, ni con tu amor, ni con el mío. Intenta entender que a mi edad ya no se vive, si no que se sobrevive.
Algún día descubrirás que, pese a mis errores, siempre quise lo mejor para ti y que intenté preparar el camino que tú debías hacer.
No debes sentirte triste, enfadado o impotente por verme de esta manera. Debes estar a mi lado, intenta comprenderme y ayúdame como yo lo hice cuando tú empezaste a vivir.
Ahora te toca a ti acompañarme en mi duro caminar. Ayúdame a acabar mi camino, con amor y paciencia. Yo te pagaré con una sonrisa y con el inmenso amor que siempre te he tenido.
Te quiero hijo, tu padre, tu madre, tus abuelos...

Cómo Prolongar La Vida

Elimina de tu vida los números que no son esenciales. Esto incluye, edad, peso y altura. Deja que el médico se preocupe por ellos, para eso les pagas.
Mantén amistades alegres. Los gruñones te bajan el ánimo.
Intenta ir aprendiendo cosas nuevas. Aprende más sobre ordenadores, manuales, jardinería... lo que sea.
Nunca permitas que tu cerebro sea holgazán. Un cerebro holgazán es la morada del demonio. Y el nombre de ese demonio es Alzheimer.
Disfruta de las cosas simples. Ríe más a menudo, fuerte y por largo tiempo. Ríe hasta que te quedes sin aire.
Las lágrimas son naturales. Súfrelo, laméntalo y luego sigue adelante.
La única persona que estará contigo toda la vida, eres tú mismo.
Vive mientras tengas vida.
Rodéate de cosas que amas, ya sea la familia, mascotas, música, plantas, pasatiempos, lo que sea.
Tu casa es tu refugio.
Celebra y disfruta de tu salud: si es buena, mantenla así. Y si es inestable, mejórala. Y si no está en tus manos mejorarla, busca ayuda.
No te enrolles en un viaje de culpabilidad. Tómate un viaje a otro país, al centro comercial, o a otro pueblo cercano, pero NO a donde te lleve la culpa.
A las personas que amas, díselo en cada oportunidad que tengas.
Y siempre recuerda: La vida no se mide por los descansos que tomamos, si no por los momentos que te roban el aliento.
Además, da gracias siempre por lo que la vida te ha brindado ¡¡y no te enojes tanto por lo que no te ha dado!!

Algo Reconfortante

El Instituto Francés de la Ansiedad y el Stress, en París, definió 20 reglas de vida que dicen los expertos, que si uno consigue asimilar 10, puede tener una buena calidad de vida.

1. Haz una pausa mínima de 5 a 10 minutos por cada 2 horas de trabajo, a lo máximo. Repita estas pausas en su vida diaria y piensa en ti, analizando tus actitudes.

2. Aprende a decir NO, sin sentirte culpable o creer que lastimas a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.

3. Planea tu día, pero deja siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende de ti.

4. Concéntrate en apenas una tarea a la vez. Por más ágil qeu sean tus cuadros mentales, te cansas.

5. Olvídate de una vez por todas de que tú eres indispensable en tu trabajo, tu casa o tu grupo habitual. Por más que eso te desagrade, todo camina sin tu actuación, salvo tú mismo.

6. Deja de sentirte responsable por el placer de los otros. No eres fuente de los deseos, ni el eterno maestro de ceremonia.

7. Pide ayuda siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de pedírselo a las personas correctas.

8. Separa los problemas reales de los imaginarios y elimínalos, porque son pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes.

9. Intenta descubrir el placer de cosas cotidianas como dormir, comer y pasear, sin creer que es lo máximo que puedes conseguir en la vida.

10. Evita envolverte en ansiedades y tensiones ajenas, en lo que se refiere a ansiedad y tensión. Espera un poco y después retorna al diálogo y a la acción.

11. Tu familia no eres tú, está junto a ti, compone tu mundo, pero no es tu propia identidad.

12. Comprende qué principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evite el movimiento y la búsqueda.

13. Es necesario tener siempre a alguien a quien le puedas confiar y hablar abiertamente. No sirve de nada si está lejos.

14. Conoce la hora acertada de salir de una cena, levantarse del palco y dejar una reunión. Nunca pierdas el sentido de la importancia sutil de salir a la hora correcta.

15. No quieras saber si hablaron mal de ti, ni te atormentes con esa basura mental. Escucha lo que hablaron bien de ti, con reserva analítica, sin creértelo todo.

16. Competir en momentos de diversión, trabajo y vida entre pareja, es ideal para quien quiere quedar cansado o perder la mejor parte.

17. La rigidez es buena en las piedras pero no en los seres humanos.

18. Una hora de inmenso placer sustituye, con tranquilidad, tres horas de sueño perdido. El placer recompensa más que el sueño. Por eso, no dejes pasar una buena oportunidad de divertirte.

19. No abandones tus tres grandes e invaluables amigas: Intuición, inocencia y fe.

20. Entiende de una vez por todas, definitivamente y en conclusión... Tú, eres lo que tú haces de ti mismo.

Las 3 cosas + difíciles

Las tres cosas más difíciles de esta vida son:
Guardar un secreto.
Perdonar un agravio.
Aprovechar el tiempo

Te amo tal cual eres

Te amo tal como eres.
Antes de que me pidas perdón, yo ya te he perdonado.
Debo ser fuerte sin ser rudo,
ser amable sin ser débil,
aprender con orgullo sin arrogancia,
aprender a ser gentil sin ser suave,
ser humilde sin ser tímido,
ser valioso sin ser agresivo,
ser agradecido sin ser servil,
meditar sin ser flojo,
por eso pido...
Dame grandeza para entener,
capacidad para retener,
métoco y facultad para aprender,
sutileza para interpretar,
gracia y abundancia para hablar.
Dame acierto al empezar,
dirección al progresar
y perfección al acabar.