28 febrero 2007

Que tengas un buen día…

¿Sabías que la vida tiene dos días donde las personas nada pueden hacerl?
Uno es el día de ayer, y el otro, el de mañana.
Sólo podemos vivir el día de hoy.
En el podemos amar… soñar… trabajar… y sobre todo… ¡¡disfrutar!!

09 febrero 2007

Las Cuatro Estaciones

Había un hombre que tenía cuatro hijos. Él buscaba que ellos aprendieran a no juzgar las cosas tan rápidamente; entonces los envió a cada uno por turnos a visitar un peral que estaba a una gran distancia.

El primer hijo fue en el invierno, el segundo en primavera, el tercero en verano y el hijo más joven en otoño.

Cuando todos ellos habían ido y regresado, él los llamó y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.

El primer hijo mencionó que el árbol era horrible, doblado y retorcido.

El segundo dijo que no, que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas.

El tercer hijo no estuvo de acuerdo, él dijo que estaba cargado de flores, que tenía aroma muy dulce y se veía muy hermoso, era la cosa más llena de gracia que jamás había visto.

El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, dijo que estaba maduro y marchitándose de tanto fruto, lleno de vida y satisfacción.

Entonces el hombre les explicó a sus hijos que todos tenían la razón, porque ellos sólo habían visto una de las estaciones de la vida del árbol.

Les dijo a todos que no debían de juzgar a un árbol, o a una persona, por sólo ver una de sus temporadas, y que la esencia de lo que son, el placer, regocijo y amor que viene con la vida puede ser sólo medida al final cuando todas las estaciones han pasado.

Si te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano, y la satisfacción del otoño.

No dejes que el dolor de una estación destruya la dicha del resto. No juzguez la vida por sólo una estación difícil. Aguanta con valor las dificultades y malas rachas porque luego disfrutarás de los buenos tiempos.

Sólo el que persevera encuentra un mañana mejor.

04 febrero 2007

Los Amigos

Cuenta una historia que dos amigos iban caminando por el desierto.

En algún punto del viaje comenzaron a discutir, y un amigo le dio una bofetada al otro.

Lastimado, pero sin decir nada, escribió en la arena: "Mi mejor amigo me dio hoy una bofetada".

Siguieron caminando hasta que encontraron un oasis, donde decidieron bañarse.

El amigo que había sido abofeteado, comenzó a ahogarse, pero su amigo lo salvó.

Después de recuperarse, escribió en una piedra: "Mi mejor amigo hoy salvó mi vida".

El amigo que había abofeteado y salvado a su mejor amigo preguntó: "Cuando te lastimé escribiste en la arena y ahora lo haces en una piedra. ¿Por qué?"

El otro amigo le respondió: "Cuando alguien nos lastima debemos escribirlo en la arena donde los vietos del perdón puedan borrarlo. Pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en piedra donde ningún viento podrá borrarlo."

Aprende a escribir tus heridas en la arena y grabar en piedra tus venturas.

Dicen que toma un minuto encontrar a una persona especial, una hora para apreciarla, un día para amarla, pero toda una vida entera para olvidarla.